El sábado 6 de septiembre, la selección nacional de fútbol nos regaló una sonrisa a todos los que nos gusta el fútbol. Goleó a la campeona del Caribe, la selección de Haití, por 5 goles a 0. Y de pasó, subió al segundo lugar del grupo C.Ni lo optimistas, me incluyo en la lista, creíamos en un resultado tan abultado, ni en el destape del chico Zelaya(Será que se nos acabó la sequía goledaora). Para fortuna de la selecta y la noble afición, se consiguió un triunfo que reconforta, que ayuda para la clasificación hacia el objetivo siguiente: la hexagonal final. A esa que no vamos desde hace 11 años.
El trabajo realizado por los jóvenes de la selecta y del profe de los Cobos, como anteriormente se dijo, invita a soñar. Pero también, invita a poner los pies en la tierra, a no marearse. Seamos realistas, estamos en un grupo accesible, por fútbol, por tradición, por técnica, por afición nos merecemos estar en la siguiente fase. Y ahí, pues ya será otra cosa, quizás, nuestro propio mundial, porque las selecciones que clasificarán a esa nueva cita mundialista del 2010, como ha sucedido en las últimas copas del mundo, serán las que ya sabemos, y uno que otro invitado. Pero se vale soñar, ¿por qué no nosotros?
De momento, felicidades a la selección, a nosotros los aficionados que gritamos, desde el estadio, los bares, las calles y nuestras casas, cada uno de esos cinco goles. Este miércoles, es otro partido, y ojalá , por lo visto este sábado, las cosas sean positivas para nuestra selección, y si se puede, un triunfo.
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