El destino, por no decir, entre otras cosas, los demás partidos políticos minúsculos, no se puso de acuerdo y dejó en el tintero la opción Zablah.
Luego de esos dime y diretes políticos, apareció la opción de Zablah para la candidatura de vicepresidente en ARENA. Algo que no todos los areneros vieron con buenos ojos, ya que estaban dando el chance a uno de sus más fieles críticos para que llegara a formar parte en la fórmula arenera. Ahora es ya una realidad.
Que cómo llegó, bajo qué términos, poco a poco se va a saber. Si se llega a saber.
Mientras eso ocurre, creo que hay muchos desilucionados con el Ing. Zablah, por todo lo que dijo y mantuvo y por el resultado final. Nunca hay que decir de esta agua no beberé.
Comentarios
Una táctica que no creo atrape a los indecisos.