Han pasado diez años desde el terrible asesinato de la pequeña Katya Miranda. Un caso que ha estado rodeado de un velo de misterio, impunidad, y de errores, uno tras otro, en las investigaciones de la Fiscalía y de otras autoridades.En el 2000, se juzgó Carlos Miranda, abuelo de la pequeña, a Edwin Miranda, padre de la misma, por violación y asesinato, quedando libre estos y sus trabajadores de los cargos imputados. Hoy, de nuevo, y a escasos días que el caso prescriba, se vuelve a abrir este y nuevamente Carlos Miranda aparece como “responsable” supuesto del secuestro de la pequeña Katya. Ojo, no hay responsable del asesinato, todavía.
Ojalá y los errores cometidos por las autoridades no vuelvan a cometerse esta vez, y de una vez por todas se castiguen a los responsables de tan indignante suceso. El Salvador, la familia de Katya, y ella misma, se lo merecen.
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