En tiempos como los que estamos viviendo, parece sacado de un libro de historia contemporánea lo que está sucediendo en Honduras, tras el golpe de Estado al presidente Mel Zelaya el domingo anterior. Este acto ha tendio el toatl repudio de la ciomunidad internacional, incluido El Salvador, aunque a todavía hay algunas personas que no quieren aceptar que lo que hubo en este país fue un golpe de Estado. Sin duda, por persinarse se aruñaron en el vecino país.
Últimamente, los conatos de violencia están recrudenciendo, la división entre los hondureños está creciendo, la violacion a la libertad de expresión está haciendose más latente, las restricciones a las garantías contitucionales se han instaurado, la militarzación es más que visible en la capital del país.
Las supuestas ilegalidades que Mel Zelaya pudo cometer en días atrás, que derivaron en los actos del domingo, se han quedado cortitas con las ilegalidades y violaciones que están latentes en la actualidad, incluido el desacato a la OEA que pide la restitución del depuesto presidente. Todavía queda mucho por ver en el vecino país. La historia en blanco y negro está de regreso.
(Foto: www.laprensa.hn)
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