Cualquier parecido es pura coincidencia

En México, el presidente de la répública, Felipe Calderón, ha entrado en una serie de dimes y diretes con el gran empresariado de la nación por motivos de impuestos. Él les está haciendo un llamado para que pongan de su parte para pagar impuestos para sacar adelante a su país. Como en todos lados, habla el presidente de qué paguen los que tienen que pagar, los que tienen más, los que exigen que el Giobierno haga su trabajo, pero sin "tocarlos" a ellos. Esos mismos que, cuando ya las reformas les caen encima, empiezan a llorar.
Esta situación se parece mucho a la de un país en la que sus empresarios y analistas están rasgándose las vestiduras ante una reforma fiscal, que pretendería llenar un poco el hueco fiscal que el anterior Gobierno le dejó, ese Gobierno al cual los que ahora están clamando al cielo para que no entre en vigor esta reforma, le aplaudían todas sus acciones y se alarmaron y pidieron defender la democracia de este pais ante una inminete victoria del actual Gobierno.
Justamente, el mayor conglomerado de empresarios privados ha cambiado de manos en estos días, esperemos que también cambien de postura, y sean más solidarios con el país, no solo con sus pares.

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