Liga Macondiana - No profesional - de Fútbol de El Salvador



Cuando Gabriel García Márquez trajo a la vida a Macondo, a lo mejor ni él sabía qué tan grande y próspero en realidad iba a ser ese lugar en el que transcurrieron algunas de las anécdotas más inverosímiles que se puedan leer. Y sí, Macondo trascendió más allá de lo que José Arcadio Buendía pudo imaginar al fundar tan pintoresco pueblo. Trascendió tanto que se hizo universal como el propio Gabo.

Hoy en día, dicho lugar, por su nombre, le ha dado un adjetivo mundial a todo aquello que parezca chusco, irreal, inverosímil, jalado de los cabellos… En fin, a todo aquello que parezca imposible, pero que sucede: macondiano. ¿Se imaginan ustedes una liga de fútbol en Macondo? Se jugaría en el Macondo’s Stadium y sus equipos serían el Atlético Buendía, Arcadios FC, C.D. Los Aurelianos, en el que jugarían los 17 hijos del coronel Buendía, y así como él perdió todas sus guerra, capaz el equipo perdería todos sus juegos. Podría haber, también y sin ánimo de leerme misógino, un bonito club de cheerleaders llamadas Las Úrsulas, y los equipos que visitaran tan lindo lugar bien podrían ser otros no menos macondianos: Santa Tecla, Águila, Alianza, FAS, Firpo y Pasaquina, por mencionar algunos, y que bienvenidos serían en tan pintoresca liga.

En El Salvador, como bien dicen, nunca pasamos aburridos. Siempre hay algo por lo que agarrar llave, cólera, indignarse, reírnos o, simplemente, hacerse los majes, que es lo más usual. Siempre. Y eso, realmente, no sé si sea bueno o malo o todo lo contrario.

Ni ha comenzado la temporada de nuestra rupestre (macondiana se lee más folclórico) liga de fútbol y ya tenemos varios novelones — o “series”, para estar un poco más acorde con los tiempos— que están dejando mal parado, como siempre, como toda la vida, al mote de profesional, que se rehúsa a adoptar de una vez por todas el deporte rey de estos 21 mil km cuadrados. El próximo 27 de julio dará inicio nuestra liga y sus anécdotas volverán a llenar nuestras portadas.

De los últimos equipos que ha realizado papelones en nuestro fútbol, puedo mencionar al Pasaquina. Desafiliado por no cumplir con los requisitos que exige la liga para continuar en el máximo circuito de “privilegio”, el equipo arrastró las deudas de sus jugadores, entre otras situaciones, y estos acudieron, como última esperanza, todo un día a las oficinas de la Liga, penando, sin comer, más que algunas chucherías, esperando una solución a sus demandas. El veredicto fue desafiliar al equipo de la Primera División y dejar a los jugadores libres para poder fichar con otras instituciones. Al final, esto parece un premio para los directivos, que quedarán campantes, con un equipo en otra liga, y a comenzar una nueva historia, ya sin los dolores de cabeza anterior.

Otro equipo que no canta mal las rancheras, aunque ya no está en la mayor, es Luis Ángel Firpo. Los de Usulután que se ganaron a pulso el descenso de la Liga Mayor de Fútbol, gracias a la nefasta administración de Modesto Torres, no pudieron inscribirse en la Segunda División por no solventar sus problemas tampoco. De premio, otro, los mandaron a la Tercera División de nuestro fútbol, a jugar con otros equipos de su mismo nivel de organización. Hace unos seis meses, se escuchaba de un inversionista que quería el equipo y nunca pasó. Descendieron los Toros y, de nuevo, apareció el inversionista por todos los medios de comunicación vendiendo humo, que sí iba por Firpo, ya en Segunda, para hacerlo grande y nojequé. Las mismas pajas de siempre. Y después, zas. Nada de eso. Se cayeron las negociaciones. Y muchos le creyeron. Un equipo de historia, con una enorme afición, tendrá que deambular por los potreros de la liga de bronce del país. Con ello, Firpo y la UES, ambos en Tercera, tendrán algunas de las mejores canchas para practicar este deporte, solo que con equipos amateurs. Como ellos.

Unas cuantas temporadas atrás, Dragón, el menos afortunado equipo de San Miguel, se coronaba campeón del fútbol salvadoreño contra todo pronóstico ante el equipo mimado de San Miguel y El Salvador entero, C.D. Águila. Meses después, como una especie de karma al haber dejado sin título a los naranja y negro, el descenso fue su paga. Deambulando en Segunda, con técnicos de Primera, el equipo siguió sus malandanzas administrativas y descendió a Tercera, de donde, para variar, lo mandaron al fútbol aficionado, donde en realidad debería de estar junto a muchos otros más. Desde ahí, saltó a Segunda porque compró una categoría. Y sí, me quito el nombre si su situación no continúa con los mismos vicios de siempre.

Se viene nuestra liga y ya pronto volveremos a ver equipos entrenando con camisas de equipos europeos, jugadores firmando contratos en el banquillo del estadio, a la sombra del árbol frondoso de la cancha, en la mesa de un restaurante de comida rápida o, por qué no, en el asiento delantero del presidente del equipo. También veremos uniformes a los que se les desaparecen los números de la espalda, canchas sin camillas donde jugadores son sacados en las espaldas del más cholito del equipo, equipos campeones con canchas sin iluminación por pura negligencia de políticos sin escrúpulos, estadios albergando a dos equipos, tierra y charcos más que grama en algunas canchas, médicos auxiliando a los jugadores rivales y prensa deportiva cachiporra o tratada de la patada. Se nos viene la Liga Macondiana de Fútbol de El Salvador.

También a nivel de selecciones
Lo macondiano de nuestro fútbol encaja perfectamente en la confederación en la que nos movemos: Una de las más mediocres y corruptas del mundo del fútbol. Muestra palpable de eso es la reciente oficialización de la Confederación de Norte, Centroamérica y el Caribe de Fútbol Asociación (Concacaf, para la majada) del nuevo formato para que las selecciones del área clasifiquen a Catar 2022.

En esta nueva ensalada futbolística, la Concacaf determinó que se jugará siempre una hexagonal final para acceder al mundial, pero los invitados a esta serán las seis primeras selecciones de la confederación rankeadas así por FIFA. Estas seis selecciones pelearán tres boletos directos al mundial y la cuarta peleará medio boleto con otra selección que, previamente, habrá jugado una suerte de eliminatoria al estilo tripa chuca para acceder a este premio. Obvio, con la posibilidad de no acceder a dicha posibilidad y, de hacerlo, podrá toparse con el representante de Asia en el camino.

La Concacaf ya premió a México, Estados Unidos, Costa Rica, Jamaica y a Honduras con este nuevo proceso eliminatorio y, también, a El Salvador. Sí, solo depende de nosotros mismos acceder a esa Hexagonal y, como depende de nosotros mismos, ya estuvo que nos vamos a complicar el pase y no sostendremos ese sexto puesto que nos clasifique a la Hexagonal final… nuestro mundial.

P.D. Comparto con el periodista de ESPN, David Failtelson, cuando afirma que esta confederación es la más mediocre de las asociadas a FIFA, por algo estamos en ella.

(Publicado en VoxBox Magazine)

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